Debido a las arraigadas costumbres familiares, Tita de la Garza y Pedro Muzquiz (dos almas profundamente enamoradas) no pueden estar juntos. Ella tendrá que elegir entre luchar por amor o seguir el camino predeterminado de su familia.

El negociador de rehenes Alan Bender es llamado para rescatar al presidente de un secuestro, solo para encontrarse también mediando para salvar a su esposa... y su matrimonio.